domingo, 13 de mayo de 2007

OBESIDAD PODRÍA SER CONTAGIOSA

Ciertos virus podrían causar obesidad, según una teoría

Los principales sospechosos son los llamados adenovirus.

Para prevenir la obesidad, los médicos suelen aconsejarnos "coma menos", "haga ejercicio". Pero nuevos y sorprendentes hallazgos tal vez hagan necesaria otra recomendación: "Lávese las manos".

De acuerdo con la doctora Leah D. Whigham, investigadora principal de un nuevo estudio financiado por los Institutos Nacionales de la Salud de los Estados Unidos —"Potencial adipogenético de muchos adenovirus humanos in vivo e in vitro en animales", que aparece en la revista American Journal of Physiology-Regulatory, Integrative and Comparative Physiology, de la Sociedad Americana de Fisiología—, hay creciente evidencia de que ciertos virus podrían causar obesidad, lo que transformaría a esta condición en una enfermedad contagiosa.

El trabajo, firmado por científicos de la Universidad de Wisconsin, Madison, encontró que los adenovirus humanos Ad-37 causan obesidad en pollos. Este hallazgo confirma estudios previos de que dos virus relacionados, el Ad-36 y el Ad-5, también causan obesidad en animales. Más aún, Ad-36 ha sido asociado con la obesidad humana, llevando a los investigadores a teorizar que Ad-37 también podría estar involucrado.

Ad-37, Ad-36 y Ad-5 forman parte de una familia de aproximadamente 50 adenovirus humanos. Estos microorganismos causan infecciones respiratorias y otras enfermedades de corta duración.

En un estudio de 500 personas excedidas de peso, Whigham había encontrado que 20 o 30 estaban infectadas con Ad-36, comparadas con cinco de la población delgada. Sin embargo, estos estudios epidemiológicos pueden despertar sospechas de una asociación, pero pocas veces pueden probar una relación causal.

El estudio inspiró un editorial en el mismo número de la revista, firmado por Frank Greenway, profesor del Departamento de Estudios Clínicos de la Universidad Estatal de Louisiana, en Baton Rouge.

"Si Ad-36 es responsable de una porción significativa de obesidad humana, la lógica intervención terapéutica sería desarrollar una vacuna para prevenir infecciones futuras", escribió.

Un misterio sin resolver

La noción de que hay virus que podrían causar obesidad ha estado en discusión entre los científicos. Hay evidencia de que otros factores, además de una dieta pobre y la falta de ejercicio, podrían incidir en la epidemia de obesidad. "La prevalencia de obesidad se ha duplicado entre los adultos de los Estados Unidos en los últimos 30 años y se ha triplicado en los chicos —subraya el estudio—. Con la excepción de las enfermedades infecciosas, ninguna otra enfermedad en la historia se ha difundido tan rápidamente y sus factores etiológicos no han sido claramente identificados."


Hoy se sabe que otras enfermedades que se creían producto de factores ambientales derivan de agentes infecciosos. Por ejemplo, antes se creía que las úlceras eran el resultado del estrés, pero los científicos finalmente descubrieron que la causa era la bacteria H. pylori.

"Es difícil explicar el aumento casi simultáneo de la prevalencia de la obesidad en la mayoría de los países del mundo sólo por cambios en la dieta y el ejercicio, y sugieren que los adenovirus pueden haber contribuido —afirma el estudio—. El papel de los adenovirus en la epidemia mundial de obesidad es una cuestión crítica que demanda más investigaciones."

La especulación de que los adenovirus podrían cumplir un papel en la obesidad comenzó hace unas décadas, cuando Nikhil Dhurandhar, ahora en el Centro para la Investigación Biomédica Pennington, notó que gallinas de la india infectadas con el adenovirus aviario SMAM-1 tenían significativamente más grasa que las no infectadas. El descubrimiento era llamativo, porque la explosión de la obesidad, incluso en países pobres, llevó a sospechar que el exceso de comida y la falta de ejercicio no eran los únicos culpables. Desde entonces, se ha encontrado que el adenovirus Ad-36 es más prevalente en las personas obesas.

En su estudio, Whigham intentó determinar qué adenovirus podrían estar asociados con la obesidad en pollos. Los inoculados con Ad-37 tuvieron mucha más grasa visceral que los infectados con Ad-2, Ad-31 o el grupo control, aunque no comieron más.

Sin embargo, afirmó Whigham, hay todavía mucho por averiguar acerca de cómo actúan estos virus.

FUENTE: NOTICIAS AXXON LINE