viernes, 16 de diciembre de 2011

Riesgos de la obesidad infantil

Son muchas las razones por las que la obesidad infantil no es buena para la salud. Aquí te presentamos algunos de los problemas clave asociados a los niños y el sobrepeso.


 
Me gustaría explicarle a los padres la importancia que tiene para ellos el que hagan todo lo posible para evitar que su hijo llegue a tener sobrepeso en algún momento de su vidas. Y, si su hijo ya sufre de sobrepeso, explicarles las medidas que pueden tomar para ayudarlo a perder peso de una manera segura y permanente.
Se conocen muy bien los riesgos relacionados con la obesidad en los adultos. El adulto con sobrepeso posee un mayor riesgo de sufrir de un infarto o accidente cerebrovascular y, además, tiene mayor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, no se conocen bien los riesgos de la obesidad infantil y muchos padres ignoran el problema o no les concierne lo suficiente. La verdad es que son muchas las razones por las que la obesidad infantil no es buena para la salud. A continuación enumero algunos de los problemas clave asociados a los niños y el sobrepeso:
1. Presión sanguínea alta hipertensión:Se ha demostrado que la obesidad es la primera causa de hipertensión en los niños y cuando dichos niños pierden peso, su presión sanguínea disminuye.
2. Nivel de colesterol:Muchos estudios han demostrado que el nivel de colesterol en los niños con sobrepeso es mayor que en los niños con peso normal o en los niños delgados. Los niveles de colesterol sanguíneo disminuyen con la pérdida de peso.
3. Diabetes Tipo II:Se ha demostrado que la epidemia actual de Diabetes Tipo II en niños y adolescentes en los Estados Unidos está relacionada con la obesidad. Se cree que la obesidad constituye el factor más importante que conlleva a padecer de Diabetes Tipo II.
4. Apnea obstructiva del sueño:Este trastorno se caracteriza por la falta de respiración del niño por períodos largos de tiempo y se ve mucho más en los niños gordos que en los niños con peso normal. La apnea del sueño frecuentemente hace que el niño se quede dormido durante el día y esto puede afectar su proceso de aprendizaje.
5. Problemas emocionales:Desafortunadamente, los niños gordos son objeto de burla. Son tildados con todo tipo de sobrenombres, normalmente son excluidos de los juegos y fastidiados por sus compañeros. Existe un prejuicio real contra las personas que son demasiado gordas, lo que puede afectar la autoestima del niño y hasta causarle una depresión grave.
6. Obesidad en la adultez:El mayor riesgo de la obesidad infantil es que mientras un niño se mantenga por más tiempo con sobrepeso, mayor es la probabilidad de que se mantenga con sobrepeso como adulto, acompañado de todas las consecuencias negativas que esto pueda representar para su salud. La tasa de recaída en el tratamiento de la obesidad en los adultos está por encima del 95%. Esto significa que menos de cinco de cada 100 adultos obesos son capaces de conservar el peso perdido. Una vez examinados nuevamente de dos a cinco años luego de haber alcanzado su peso normal, más de 95 de cada 100 adultos recuperan todo el peso que habían perdido.
¿Cómo se pudiera catalogar el problema de la obesidad infantil hoy en día? Las estadísticas actuales son alarmantes. Conforme a las cifras más recientes, desde el 1980 el porcentaje de niños con sobrepeso en los Estados Unidos se ha duplicado. Los niños latinos poseen la tasa más alta de obesidad entre los niños de edad escolar y adolescentes. Aproximadamente el 30% de nuestros niños está muy por encima de su peso ideal. Con esto quiero decir que no pueden dejar pasar el “examen de a simple vista”, que constituye la mejor manera de decidir si tu hijo está muy gordo. Simplemente mira a tu hijo y si se ve gordo, es todo lo que necesitas saber. Esto se llama obesidad visual.
En artículos futuros discutiré lo que puedes hacer como madre o padre para evitar que tu hijo tenga sobrepeso en algún momento de su vida. Si tu hijo ya pesa demasiado, explicaré lo que puedes hacer para ayudarlo a perder esas libras o kilos de más de una manera sana y segura.

Fuente: Mi dieta

sábado, 10 de diciembre de 2011

Pronto, un chicle para adelgazar

Se sabe que para perder peso hay que comer menos, pero uno de los mayores obstáculos para cambiar nuestro hábitos alimenticios es tener hambre.
Chicle
El chicle contiene una hormona supresora del apetito y está recubierto con vitamina B12.
Los científicos saben desde hace tiempo que hay una hormona clave en el sistema que regula el apetito, llamada PYY, que puede reducir en el ser humano el impulso de comer en exceso.
Pero hasta ahora había sido imposible encontrar la forma de hacer llegar este compuesto a la corriente sanguínea para ayudar a la gente que intenta adelgazar.
Una nueva investigación de científicos de la Universidad de Syracuse en Estados Unidos y la Universidad de Murdoch en Australia, parece haber encontrado la solución.
El estudio, publicado en Journal of Medicinal Chemistry (Revista de Química Farmacéutica), afirma que usando una vitamina B12 como "vehículo" para transportar a la hormona PYY ésta puede pasar por el sistema digestivo sin ser destruida y llegar a la sangre "intacta".
Con este método, afirman los investigadores, ahora se podrá producir una goma de mascar o una tableta que, ingerida después de una comida balanceada, suprima el apetito del consumidor hasta su siguiente comida.
Sería una herramienta similar a la que se usa actualmente con los chicles y tabletas de nicotina para ayudar a la gente a dejar de fumar, dicen los autores.
"Un chicle cubierto de PYY sería una forma natural de ayudar a la gente a perder peso" expresa el doctor Robert Doyle, quien dirigió el estudio.
Podrían comer una comida balanceada y después mascar una barra de chicle para sentirse llenos, agrega.

"Disfraz" hormonal

La hormona PYY es un compuesto que liberan las células del tracto gastrointestinal en respuesta a la alimentación.
Cuando la gente come se libera PYY de forma natural en su corriente sanguínea. La cantidad de PYY que se libera se incrementa dependiendo del número de calorías que se consuman.
Es decir, entre más come una persona, se incrementa su nivel de PYY en la sangre y se reduce su apetito.
"La primera fase del estudio era demostrar que podíamos hacer llegar a la corriente sanguínea una cantidad clínicamente importante de PYY. Lo logramos, y estamos muy emocionados con los resultados"
Dr. Robert Doyle
Sin embargo, los estudios han demostrado que las personas obesas tienen concentraciones más bajas de PYY en la sangre, tanto al ayunar como después de comer, que las personas de peso normal.
Y experimentos en los que se inyectó una infusión de PYY de forma intravenosa a un grupo de voluntarios tanto obesos como no obesos se observó una reducción en el número de calorías que ambos grupos consumían.
El uso de una inyección intravenosa no es una herramienta práctica para ayudar a la gente a perder peso. Y hasta ahora había sido imposible encontrar la forma de consumir oralmente la hormona PYY sin que ésta sea destruida por los ácidos gástricos.
"Cuando se toma oralmente, la hormona queda destruida en el estómago" explica el doctor Doyle.
"Y lo que no se destruye allí enfrenta dificultades para atravesar los intestinos hacia la corriente sanguínea", agrega.
El nuevo método diseñado por el equipo del doctor Doyle logra "disfrazar" a la hormona PYY con la vitamina B12 para que pase por el sistema digestivo relativamente ilesa.
"La primera fase del estudio era demostrar que podíamos hacer llegar a la corriente sanguínea una cantidad clínicamente importante de PYY", dice el investigador.
"Lo logramos, y estamos muy emocionados con los resultados".
Ahora, los científicos están trabajando en la forma de insertar el sistema de vitamina B12 y PYY a un chicle o tableta oral para crear un suplemento nutricional para ayudar a la gente a sentirse llena y adelgazar.
"El suplemento de PYY comenzaría a ser liberado unas tres o cuatro horas más tarde, reduciendo el apetito de la persona a medida que se acerca a su próxima comida" señala el científico.
Fuente:BBC Salud

lunes, 5 de diciembre de 2011

Las isoflavonas de la soja podrían ayudar a combatir la obesidad


 
Madrid, 5 dic (EFE).- Científicos españoles han demostrado las propiedades contra la obesidad y hepatoprotectoras de las isoflavonas, sustancias de origen vegetal que se encuentran sobre todo en la soja y que actúan como análogos de determinadas hormonas que segrega el organismo humano, como los estrógenos.
El estudio, realizado por miembros del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) pertenecientes a la Fundación IMABIS de Málaga (sur), ha sido probado en roedores y publicado en el número de diciembre de la prestigiosa revista British Journal of Pharmacology.
Además de las propiedades protectoras de las isoflavonas de la soja contra el aumento de peso, la investigación revela también su papel en la activación de la grasa parda termogénica o la reducción de la esteatosis hepática (hígado graso) asociada, ha informado en un comunicado el CIBERobn.
De ser extrapolable a humanos, podría abrir una nueva vía terapéutica frente a la obesidad utilizando, en lugar de fármacos, este ingrediente activo de la soja.
Este hallazgo refuerza la teoría que señala los múltiples beneficios sobre la salud de estas sustancias naturales de origen vegetal a las que además se les atribuyen, por su poder antioxidante, propiedades anticancerígenas, protectoras del sistema óseo o coronario.
El ensayo identifica por vez primera las acciones de las isoflavonas de la soja sobre la obesidad inducida por dieta en un modelo animal.
"Se comprueba la disminución de la ganancia de peso, la activación del tejido adiposo pardo termogénico, así como la reducción de la esteatosis hepática (también conocida como hígado graso) asociada", según apunta el doctor Fernando Rodríguez de Fonseca, jefe de grupo del CIBERobn, que lidera el trabajo.
El trabajo de intervención nutricional fue realizado en 36 ratas macho a las que se les administró dos tipos diferentes de dieta, una rica en hidratos de carbono y otra muy rica en grasas, que indujo obesidad, diabetes e hígado graso.
Posteriormente, se trató a los animales con daiceína (uno de los principales tipos de isoflavona) durante 14 días.
Los principales resultados demostraron que a mayor dosis de daiceína en dieta, menor fue la ganancia de peso y menor presencia de grasa hepática.
Este hallazgo se asoció con niveles altos de leptina (conocida como la hormona de la delgadez, entre cuyas funciones se encuentra la de inhibir el apetito) y bajos contenidos de adiponectina (cuyos niveles circulantes son inversamente proporcionales al índice de masa corporal y al porcentaje de grasa corporal y que, además, aumenta la sensibilidad a la insulina).
Asimismo, la práctica demostró que una enzima con un papel determinante en la termogénesis se vio aumentada en el tejido adiposo marrón después del tratamiento con daiceína.
Sin embargo, los autores aclaran que este estudio en modelos animales no es completamente extrapolable a humanos dado que las dosis efectivas, la ruta de administración y el diferente metabolismo de los roedores pueden hacer variar mucho los resultados. 

Fuente: EFE | 12/05/2011