lunes, 4 de noviembre de 2013

La obesidad como obsesión


Tras esos muros de grasa que encierran a algunos seres humanos como en una prisión, se encuentran personas frustradas y desesperadas por perder los kilos de más que, incluso, llegan a recurrir a métodos inimaginables para lograr su objetivo.

Es importante saber que la sociedad actual vende cada vez más el prototipo de mujer y hombre perfectos como una forma de asegurar el éxito, al exhibir con frecuencia imágenes de cuerpos sumamente esbeltos. El atractivo parece inalcanzable, pero se proporcionan falsas promesas sobre dietas milagrosas, uso de aparatos de masaje, píldoras mágicas y sinnúmero de cremas reductoras, productos que realmente no reducen el peso corporal ni logran moldear la figura.

"Esta situación es un problema de moda, pues en la actualidad se observa que la mayoría de la gente está obsesionada por tener un cuerpo perfecto, así como por cuidar la salud a través de dietas y ejercicio. Esto se ha justificado al argumentar que estar sano es sinónimo de mantenerse bello", afirma la nutrióloga y psicoterapeuta Luisa Maya Funes, excoordinadora del Programa de Obesidad del departamento de Medicina Psicológica del Instituto Nacional de la Nutrición (INN) de la Secretaría de Salud (Ssa).


¿Por qué esta tendencia ha "atrapado" a tantas personas? A decir de la especialista "en el momento en que aparecen los antibióticos se marca una línea divisoria muy significativa, pues antes la persona que se enfermaba era tratada con dieta que incluía caldos de verduras y pollo, pero ¿quiénes sobrevivían con ese régimen?, los individuos con sobrepeso. Pero ahora con los nuevos medicamentos, más eficaces, ya no es necesario conservar kilos de más para sanar".

Sobrepeso

Se sabe que la obesidad puede presentarse por cuestiones genéticas o trastornos en la glándula que regula el metabolismo (tiroides) y, por ende, el peso corporal, pero en la mayoría de los casos es resultado de los malos hábitos alimenticios y falta de ejercicio.

Es necesario saber que el sobrepeso "es condicionante de diabetes, hipertensión y colesterol elevado; por otra parte, nuestro esqueleto está diseñado para soportar determinada cantidad de peso y al sobrecargarlo, por ejemplo, con 20 kilogramos no tiene un rendimiento óptimo", advierte Maya Funes, quien es miembro de la Sociedad Mexicana de Nutriología.

Este problema también ocasiona trastornos psicológicos, pues quien tiene sobrepeso es considerado flojo, apático, desinteresado y descuidado en su arreglo personal. Pero el rechazo no sólo es por parte de la sociedad, ya que también se puede manifestar dentro de la familia, pues sucede que "los flacos atacan a los gordos diciéndoles constantemente que son la vergüenza del hogar, al grado de exigirles que se escondan antes de que llegue un visitante", acota la nutrióloga.

Aunque sin duda lo anterior afecta terriblemente a quienes son obesos, es indispensable sentirse a gusto con el cuerpo, tener práctica deportiva y seguir dieta balanceada, pues ello mejorará la salud. También hay que recordar que la verdadera belleza se encuentra en el interior y la mostramos con actitudes positivas, independientemente de que seamos talla 38 ó 44. "Las personas con sobrepeso deben aprender a quererse, cuidarse, además de exigir que la gente las respete", afirma Maya Funes.
Dispuesto a todo

Actualmente, la búsqueda de una apariencia física perfecta que permita ser aceptado social y laboralmente, al precio que sea, ha llevado a muchos individuos a seguir remedios fantásticos que prometen reducir el peso de inmediato, sin esfuerzo y sin dejar de comer.

"Los productos mágicos son pura charlatanería, no funcionan y sólo ponen en riesgo la salud, como los llamados extractos tiroideos que queman la glándula tiroides o las vendas frías y cremas a base de mentol que no llegan a donde se encuentra la grasa, pero si pueden causar irritación o reacciones alérgicas", enfatiza la psicoterapeuta.

Asimismo, se han puesto de moda algunas dietas a base de chicharrón y carne que suben el nivel de colesterol y producen estado de cetoacidosis, que consiste en acelerar el metabolismo para bajar de peso; pero el costo de seguirlas es muy alto, ya que pueden ocasionar infartos o que se obstruya alguna vena del cerebro.

"Eso no es todo, hay individuos que se engrapan el estómago para reducir su tamaño y así lograr que se introduzca menor cantidad de alimento, se someten a liposucción, recurren a pastillas que provocan náuseas todo el día o píldoras que contienen microorganismos que causan intensas infecciones, en tanto que otros se ponen braquets y los amarran entre sí para mantener la boca cerrada y no comer", refiere Maya Funes.

En efecto, la gente que se somete a estas torturas puede bajar de peso, pero como no modifican los hábitos de alimentación ni controlan la obsesión, se descuidan y vuelven a recuperar los kilos, además, subir y bajar de peso de esta manera causa daños a órganos vitales, como tiroides, hígado, riñones y/o corazón.

También es importante destacar que esos malos hábitos aunados a la ansiedad y baja autoestima pueden llevarnos a trastornos como anorexia (pérdida de peso por dejar de comer y someterse a intensas rutinas de ejercicio), bulimia (episodios repetidos de ingesta excesiva de alimentos seguidos de uso de laxantes y vomitivos), comer compulsivamente (consumir grandes cantidades de alimentos de prisa y a escondidas) y vigorexia (obsesión por tener un cuerpo musculoso).

Como usted puede ver, es muy importante aprender a comer bien mediante adecuada nutrición, la cual enseña a combinar alimentos y administrarlos; por ejemplo, si hoy comió un pastel mañana consuma verduras y pollo al vapor; además, si la obsesión hacia la obesidad es muy fuerte se requerirá terapia psicológica.

También tenga en mente que la actividad física es fundamental, pues además de proporcionarnos energía nos ayuda a quemar calorías; asimismo, no hay que olvidar el fomento de criterios capaces de evitar que los excesivos mensajes publicitarios sobre imagen corporal falsamente perfecta se convierta en una meta a alcanzar.

Fuente: saludymedicinas

La obesidad como obsesión

Karina Galarza Vásquez

Tras esos muros de grasa que encierran a algunos seres humanos como en una prisión, se encuentran personas frustradas y desesperadas por perder los kilos de más que, incluso, llegan a recurrir a métodos inimaginables para lograr su objetivo.
Es importante saber que la sociedad actual vende cada vez más el prototipo de mujer y hombre perfectos como una forma de asegurar el éxito, al exhibir con frecuencia imágenes de cuerpos sumamente esbeltos. El atractivo parece inalcanzable, pero se proporcionan falsas promesas sobre dietas milagrosas, uso de aparatos de masaje, píldoras mágicas y sinnúmero de cremas reductoras, productos que realmente no reducen el peso corporal ni logran moldear la figura.
"Esta situación es un problema de moda, pues en la actualidad se observa que la mayoría de la gente está obsesionada por tener un cuerpo perfecto, así como por cuidar la salud a través de dietas y ejercicio. Esto se ha justificado al argumentar que estar sano es sinónimo de mantenerse bello", afirma la nutrióloga y psicoterapeuta Luisa Maya Funes, excoordinadora del Programa de Obesidad del departamento de Medicina Psicológica del Instituto Nacional de la Nutrición (INN) de la Secretaría de Salud (Ssa).
¿Por qué esta tendencia ha "atrapado" a tantas personas? A decir de la especialista "en el momento en que aparecen los antibióticos se marca una línea divisoria muy significativa, pues antes la persona que se enfermaba era tratada con dieta que incluía caldos de verduras y pollo, pero ¿quiénes sobrevivían con ese régimen?, los individuos con sobrepeso. Pero ahora con los nuevos medicamentos, más eficaces, ya no es necesario conservar kilos de más para sanar".

Sobrepeso

Se sabe que la obesidad puede presentarse por cuestiones genéticas o trastornos en la glándula que regula el metabolismo (tiroides) y, por ende, el peso corporal, pero en la mayoría de los casos es resultado de los malos hábitos alimenticios y falta de ejercicio.
Es necesario saber que el sobrepeso "es condicionante de diabetes, hipertensión y colesterol elevado; por otra parte, nuestro esqueleto está diseñado para soportar determinada cantidad de peso y al sobrecargarlo, por ejemplo, con 20 kilogramos no tiene un rendimiento óptimo", advierte Maya Funes, quien es miembro de la Sociedad Mexicana de Nutriología.
Este problema también ocasiona trastornos psicológicos, pues quien tiene sobrepeso es considerado flojo, apático, desinteresado y descuidado en su arreglo personal. Pero el rechazo no sólo es por parte de la sociedad, ya que también se puede manifestar dentro de la familia, pues sucede que "los flacos atacan a los gordos diciéndoles constantemente que son la vergüenza del hogar, al grado de exigirles que se escondan antes de que llegue un visitante", acota la nutrióloga.
Aunque sin duda lo anterior afecta terriblemente a quienes son obesos, es indispensable sentirse a gusto con el cuerpo, tener práctica deportiva y seguir dieta balanceada, pues ello mejorará la salud. También hay que recordar que la verdadera belleza se encuentra en el interior y la mostramos con actitudes positivas, independientemente de que seamos talla 38 ó 44. "Las personas con sobrepeso deben aprender a quererse, cuidarse, además de exigir que la gente las respete", afirma Maya Funes.

Dispuesto a todo

Actualmente, la búsqueda de una apariencia física perfecta que permita ser aceptado social y laboralmente, al precio que sea, ha llevado a muchos individuos a seguir remedios fantásticos que prometen reducir el peso de inmediato, sin esfuerzo y sin dejar de comer.
"Los productos mágicos son pura charlatanería, no funcionan y sólo ponen en riesgo la salud, como los llamados extractos tiroideos que queman la glándula tiroides o las vendas frías y cremas a base de mentol que no llegan a donde se encuentra la grasa, pero si pueden causar irritación o reacciones alérgicas", enfatiza la psicoterapeuta.
Asimismo, se han puesto de moda algunas dietas a base de chicharrón y carne que suben el nivel de colesterol y producen estado de cetoacidosis, que consiste en acelerar el metabolismo para bajar de peso; pero el costo de seguirlas es muy alto, ya que pueden ocasionar infartos o que se obstruya alguna vena del cerebro.
"Eso no es todo, hay individuos que se engrapan el estómago para reducir su tamaño y así lograr que se introduzca menor cantidad de alimento, se someten a liposucción, recurren a pastillas que provocan náuseas todo el día o píldoras que contienen microorganismos que causan intensas infecciones, en tanto que otros se ponen braquets y los amarran entre sí para mantener la boca cerrada y no comer", refiere Maya Funes.
En efecto, la gente que se somete a estas torturas puede bajar de peso, pero como no modifican los hábitos de alimentación ni controlan la obsesión, se descuidan y vuelven a recuperar los kilos, además, subir y bajar de peso de esta manera causa daños a órganos vitales, como tiroides, hígado, riñones y/o corazón.
También es importante destacar que esos malos hábitos aunados a la ansiedad y baja autoestima pueden llevarnos a trastornos como anorexia (pérdida de peso por dejar de comer y someterse a intensas rutinas de ejercicio), bulimia (episodios repetidos de ingesta excesiva de alimentos seguidos de uso de laxantes y vomitivos), comer compulsivamente (consumir grandes cantidades de alimentos de prisa y a escondidas) y vigorexia (obsesión por tener un cuerpo musculoso).
Como usted puede ver, es muy importante aprender a comer bien mediante adecuada nutrición, la cual enseña a combinar alimentos y administrarlos; por ejemplo, si hoy comió un pastel mañana consuma verduras y pollo al vapor; además, si la obsesión hacia la obesidad es muy fuerte se requerirá terapia psicológica.
También tenga en mente que la actividad física es fundamental, pues además de proporcionarnos energía nos ayuda a quemar calorías; asimismo, no hay que olvidar el fomento de criterios capaces de evitar que los excesivos mensajes publicitarios sobre imagen corporal falsamente perfecta se convierta en una meta a alcanzar.
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La obesidad como obsesión

Karina Galarza Vásquez

Tras esos muros de grasa que encierran a algunos seres humanos como en una prisión, se encuentran personas frustradas y desesperadas por perder los kilos de más que, incluso, llegan a recurrir a métodos inimaginables para lograr su objetivo.
Es importante saber que la sociedad actual vende cada vez más el prototipo de mujer y hombre perfectos como una forma de asegurar el éxito, al exhibir con frecuencia imágenes de cuerpos sumamente esbeltos. El atractivo parece inalcanzable, pero se proporcionan falsas promesas sobre dietas milagrosas, uso de aparatos de masaje, píldoras mágicas y sinnúmero de cremas reductoras, productos que realmente no reducen el peso corporal ni logran moldear la figura.
"Esta situación es un problema de moda, pues en la actualidad se observa que la mayoría de la gente está obsesionada por tener un cuerpo perfecto, así como por cuidar la salud a través de dietas y ejercicio. Esto se ha justificado al argumentar que estar sano es sinónimo de mantenerse bello", afirma la nutrióloga y psicoterapeuta Luisa Maya Funes, excoordinadora del Programa de Obesidad del departamento de Medicina Psicológica del Instituto Nacional de la Nutrición (INN) de la Secretaría de Salud (Ssa).
¿Por qué esta tendencia ha "atrapado" a tantas personas? A decir de la especialista "en el momento en que aparecen los antibióticos se marca una línea divisoria muy significativa, pues antes la persona que se enfermaba era tratada con dieta que incluía caldos de verduras y pollo, pero ¿quiénes sobrevivían con ese régimen?, los individuos con sobrepeso. Pero ahora con los nuevos medicamentos, más eficaces, ya no es necesario conservar kilos de más para sanar".

Sobrepeso

Se sabe que la obesidad puede presentarse por cuestiones genéticas o trastornos en la glándula que regula el metabolismo (tiroides) y, por ende, el peso corporal, pero en la mayoría de los casos es resultado de los malos hábitos alimenticios y falta de ejercicio.
Es necesario saber que el sobrepeso "es condicionante de diabetes, hipertensión y colesterol elevado; por otra parte, nuestro esqueleto está diseñado para soportar determinada cantidad de peso y al sobrecargarlo, por ejemplo, con 20 kilogramos no tiene un rendimiento óptimo", advierte Maya Funes, quien es miembro de la Sociedad Mexicana de Nutriología.
Este problema también ocasiona trastornos psicológicos, pues quien tiene sobrepeso es considerado flojo, apático, desinteresado y descuidado en su arreglo personal. Pero el rechazo no sólo es por parte de la sociedad, ya que también se puede manifestar dentro de la familia, pues sucede que "los flacos atacan a los gordos diciéndoles constantemente que son la vergüenza del hogar, al grado de exigirles que se escondan antes de que llegue un visitante", acota la nutrióloga.
Aunque sin duda lo anterior afecta terriblemente a quienes son obesos, es indispensable sentirse a gusto con el cuerpo, tener práctica deportiva y seguir dieta balanceada, pues ello mejorará la salud. También hay que recordar que la verdadera belleza se encuentra en el interior y la mostramos con actitudes positivas, independientemente de que seamos talla 38 ó 44. "Las personas con sobrepeso deben aprender a quererse, cuidarse, además de exigir que la gente las respete", afirma Maya Funes.

Dispuesto a todo

Actualmente, la búsqueda de una apariencia física perfecta que permita ser aceptado social y laboralmente, al precio que sea, ha llevado a muchos individuos a seguir remedios fantásticos que prometen reducir el peso de inmediato, sin esfuerzo y sin dejar de comer.
"Los productos mágicos son pura charlatanería, no funcionan y sólo ponen en riesgo la salud, como los llamados extractos tiroideos que queman la glándula tiroides o las vendas frías y cremas a base de mentol que no llegan a donde se encuentra la grasa, pero si pueden causar irritación o reacciones alérgicas", enfatiza la psicoterapeuta.
Asimismo, se han puesto de moda algunas dietas a base de chicharrón y carne que suben el nivel de colesterol y producen estado de cetoacidosis, que consiste en acelerar el metabolismo para bajar de peso; pero el costo de seguirlas es muy alto, ya que pueden ocasionar infartos o que se obstruya alguna vena del cerebro.
"Eso no es todo, hay individuos que se engrapan el estómago para reducir su tamaño y así lograr que se introduzca menor cantidad de alimento, se someten a liposucción, recurren a pastillas que provocan náuseas todo el día o píldoras que contienen microorganismos que causan intensas infecciones, en tanto que otros se ponen braquets y los amarran entre sí para mantener la boca cerrada y no comer", refiere Maya Funes.
En efecto, la gente que se somete a estas torturas puede bajar de peso, pero como no modifican los hábitos de alimentación ni controlan la obsesión, se descuidan y vuelven a recuperar los kilos, además, subir y bajar de peso de esta manera causa daños a órganos vitales, como tiroides, hígado, riñones y/o corazón.
También es importante destacar que esos malos hábitos aunados a la ansiedad y baja autoestima pueden llevarnos a trastornos como anorexia (pérdida de peso por dejar de comer y someterse a intensas rutinas de ejercicio), bulimia (episodios repetidos de ingesta excesiva de alimentos seguidos de uso de laxantes y vomitivos), comer compulsivamente (consumir grandes cantidades de alimentos de prisa y a escondidas) y vigorexia (obsesión por tener un cuerpo musculoso).
Como usted puede ver, es muy importante aprender a comer bien mediante adecuada nutrición, la cual enseña a combinar alimentos y administrarlos; por ejemplo, si hoy comió un pastel mañana consuma verduras y pollo al vapor; además, si la obsesión hacia la obesidad es muy fuerte se requerirá terapia psicológica.
También tenga en mente que la actividad física es fundamental, pues además de proporcionarnos energía nos ayuda a quemar calorías; asimismo, no hay que olvidar el fomento de criterios capaces de evitar que los excesivos mensajes publicitarios sobre imagen corporal falsamente perfecta se convierta en una meta a alcanzar.
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Tras esos muros de grasa que encierran a algunos seres humanos como en una prisión, se encuentran personas frustradas y desesperadas por perder los kilos de más que, incluso, llegan a recurrir a métodos inimaginables para lograr su objetivo.
Es importante saber que la sociedad actual vende cada vez más el prototipo de mujer y hombre perfectos como una forma de asegurar el éxito, al exhibir con frecuencia imágenes de cuerpos sumamente esbeltos. El atractivo parece inalcanzable, pero se proporcionan falsas promesas sobre dietas milagrosas, uso de aparatos de masaje, píldoras mágicas y sinnúmero de cremas reductoras, productos que realmente no reducen el peso corporal ni logran moldear la figura.
"Esta situación es un problema de moda, pues en la actualidad se observa que la mayoría de la gente está obsesionada por tener un cuerpo perfecto, así como por cuidar la salud a través de dietas y ejercicio. Esto se ha justificado al argumentar que estar sano es sinónimo de mantenerse bello", afirma la nutrióloga y psicoterapeuta Luisa Maya Funes, excoordinadora del Programa de Obesidad del departamento de Medicina Psicológica del Instituto Nacional de la Nutrición (INN) de la Secretaría de Salud (Ssa).
¿Por qué esta tendencia ha "atrapado" a tantas personas? A decir de la especialista "en el momento en que aparecen los antibióticos se marca una línea divisoria muy significativa, pues antes la persona que se enfermaba era tratada con dieta que incluía caldos de verduras y pollo, pero ¿quiénes sobrevivían con ese régimen?, los individuos con sobrepeso. Pero ahora con los nuevos medicamentos, más eficaces, ya no es necesario conservar kilos de más para sanar".

Sobrepeso

Se sabe que la obesidad puede presentarse por cuestiones genéticas o trastornos en la glándula que regula el metabolismo (tiroides) y, por ende, el peso corporal, pero en la mayoría de los casos es resultado de los malos hábitos alimenticios y falta de ejercicio.
Es necesario saber que el sobrepeso "es condicionante de diabetes, hipertensión y colesterol elevado; por otra parte, nuestro esqueleto está diseñado para soportar determinada cantidad de peso y al sobrecargarlo, por ejemplo, con 20 kilogramos no tiene un rendimiento óptimo", advierte Maya Funes, quien es miembro de la Sociedad Mexicana de Nutriología.
Este problema también ocasiona trastornos psicológicos, pues quien tiene sobrepeso es considerado flojo, apático, desinteresado y descuidado en su arreglo personal. Pero el rechazo no sólo es por parte de la sociedad, ya que también se puede manifestar dentro de la familia, pues sucede que "los flacos atacan a los gordos diciéndoles constantemente que son la vergüenza del hogar, al grado de exigirles que se escondan antes de que llegue un visitante", acota la nutrióloga.
Aunque sin duda lo anterior afecta terriblemente a quienes son obesos, es indispensable sentirse a gusto con el cuerpo, tener práctica deportiva y seguir dieta balanceada, pues ello mejorará la salud. También hay que recordar que la verdadera belleza se encuentra en el interior y la mostramos con actitudes positivas, independientemente de que seamos talla 38 ó 44. "Las personas con sobrepeso deben aprender a quererse, cuidarse, además de exigir que la gente las respete", afirma Maya Funes.

Dispuesto a todo

Actualmente, la búsqueda de una apariencia física perfecta que permita ser aceptado social y laboralmente, al precio que sea, ha llevado a muchos individuos a seguir remedios fantásticos que prometen reducir el peso de inmediato, sin esfuerzo y sin dejar de comer.
"Los productos mágicos son pura charlatanería, no funcionan y sólo ponen en riesgo la salud, como los llamados extractos tiroideos que queman la glándula tiroides o las vendas frías y cremas a base de mentol que no llegan a donde se encuentra la grasa, pero si pueden causar irritación o reacciones alérgicas", enfatiza la psicoterapeuta.
Asimismo, se han puesto de moda algunas dietas a base de chicharrón y carne que suben el nivel de colesterol y producen estado de cetoacidosis, que consiste en acelerar el metabolismo para bajar de peso; pero el costo de seguirlas es muy alto, ya que pueden ocasionar infartos o que se obstruya alguna vena del cerebro.
"Eso no es todo, hay individuos que se engrapan el estómago para reducir su tamaño y así lograr que se introduzca menor cantidad de alimento, se someten a liposucción, recurren a pastillas que provocan náuseas todo el día o píldoras que contienen microorganismos que causan intensas infecciones, en tanto que otros se ponen braquets y los amarran entre sí para mantener la boca cerrada y no comer", refiere Maya Funes.
En efecto, la gente que se somete a estas torturas puede bajar de peso, pero como no modifican los hábitos de alimentación ni controlan la obsesión, se descuidan y vuelven a recuperar los kilos, además, subir y bajar de peso de esta manera causa daños a órganos vitales, como tiroides, hígado, riñones y/o corazón.
También es importante destacar que esos malos hábitos aunados a la ansiedad y baja autoestima pueden llevarnos a trastornos como anorexia (pérdida de peso por dejar de comer y someterse a intensas rutinas de ejercicio), bulimia (episodios repetidos de ingesta excesiva de alimentos seguidos de uso de laxantes y vomitivos), comer compulsivamente (consumir grandes cantidades de alimentos de prisa y a escondidas) y vigorexia (obsesión por tener un cuerpo musculoso).
Como usted puede ver, es muy importante aprender a comer bien mediante adecuada nutrición, la cual enseña a combinar alimentos y administrarlos; por ejemplo, si hoy comió un pastel mañana consuma verduras y pollo al vapor; además, si la obsesión hacia la obesidad es muy fuerte se requerirá terapia psicológica.
También tenga en mente que la actividad física es fundamental, pues además de proporcionarnos energía nos ayuda a quemar calorías; asimismo, no hay que olvidar el fomento de criterios capaces de evitar que los excesivos mensajes publicitarios sobre imagen corporal falsamente perfecta se convierta en una meta a alcanzar.
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