viernes, 28 de febrero de 2014

¿Quisiera saber si tiene una enfermedad genética?

ADN

Las pruebas genéticas pueden predecir la ocurrencia futura de algunas enfermedades.
Si tuviera una enfermedad genética, una que podría ser mortal, ¿querría saberlo? ¿O preferiría esperar a ver qué ocurre?
La primera vez que Michael Downing escuchó sobre la miocardia hipertrófica fue cuando su padre murió súbitamente a los 44 años. "Pensamos en que sería genético y aquellos que se parecían más a mi madre se sintieron más aliviados que quienes tenían más coincidencias con mi padre".
Pero no fue hasta que uno de sus hermanos murió en 2003, que el resto de la familia decidió hacerse una prueba genética. Michael era de los que se parecía a su madre, y salió positivo.
La miocardia hipertrófica es una enfermedad en la que una parte del corazón está más gruesa y puede causar la muerte súbita en cualquier grupo de edad.
"Uno no lidia con una noticia así, sencillamente la recibe. Ésa es la cuestión de los diagnósticos genéticos, que tienen dos peculiaridades: la primera es que nada cambia, pues se trata de un trastorno que tienes desde que naces, y la segunda es que -en mi caso- no tenía ninguno de los síntomas clínicos de la enfermedad", le cuenta al programa Health Check de la BBC.
Hoy en día, los avances de la ciencia han permitido identificar cada vez más genes mutantes que causan enfermedades. El profesor de genética clínica de la Universidad de Newcastle, John Burn, explica que existen unas 7.000 enfermedades genéticas, de las cuales han encontrado la mutación de aproximadamente un cuarto de ellas.
El problema es que no para todas hay tratamiento. Y enterarse de que uno es portador de una mutación potencialmente mortal para la que no hay cura, puede tener un impacto tanto en la identidad de la persona, como en los planes de futuro.
Tal es el caso de Kate, en cuya familia hay muchos casos de Alzheimer. Pero ella prefiere no hacerse la prueba de ADN.
"Tengo un 50% de posibilidad de tener (el gen). Descubrir que no lo llevo sería increíble, pero saber que lo tengo sería como una sentencia de muerte", le explica a la BBC.

Cuestión personal

"Se trata de una decisión muy personal, algunas personas necesitan saberlo, mientras que otros sienten que no sabrían lidiar con la noticia"
El especialista Burn entiende la situación de Kate.
"Se trata de una decisión muy personal, algunas personas necesitan saberlo, mientras que otros sienten que no sabrían lidiar con la noticia", señala.
John dice ser de aquellos que le gusta enterarse de las cosas, ya sean buenas o malas. No obstante, enterarse de que era portador del gen que ocasiona la enfermedad del corazón le hizo pasar por un periplo que algunos considerarían innecesarios.
Para evitar morir súbitamente, se sometió a varias operaciones, no siempre exitosas. Le terminaron colocando un desfibrilador portátil que actúa en el momento que se produce un paro cardíaco.
"Descubrí que la práctica clínica es un gran riesgo, algo que no entendí bien cuando recibí el diagnóstico genético", cuenta.
"Al parecer, estos síntomas son muy difíciles de leer en una etapa temprana, y tarde me enteré que si me hubieran hecho pruebas clínicas, nunca me hubieran diagnosticado la enfermedad", agrega.
Ahora, por haberse sometido a tantas operaciones, su corazón ha quedado débil y de todas formas debe llevar el desfibrilador.
"Quiero pensar que hace 10 años tomé la decisión correcta con la información que había en ese momento. Así que no me arrepiento de nada", aclara Michael.
Quizás uno de los problemas que hay con el diagnóstico genético de las enfermedades es que la medicina no está preparada para tratarlas en etapas tan tempranas. La mayoría de los procedimientos que existen en la actualidad es cuando ya aparecen los síntomas.
Uno de los tratamientos preventivos es al que se someten muchas mujeres portadoras de alguna de las variantes del gen mutante BRCA, causante del cáncer de mama hereditario y de ovarios.

Prevención

ADN

Hay algunas prevenciones éticas sobre el uso de examenes genéticos para predecir enfermedades.
Amy Boesky, profesora de literatura de la Universidad de Boston, en EE.UU., publicó una recopilación de testimonios de personas que viven con algún gen mutante en el libro The Story Within.
Ella también tuvo que tomar la difícil decisión de someterse a un tratamiento para evitar el destino de muchas mujeres en su familia, incluída su madre: cáncer de mama. Y se sometió a una mastectomía y una histerectomía.
La decisión la tomó cuando la prueba de ADN no estaba del todo desarrollada. Ahora, con sus hijas de 20 años, quiere someterse a una.
Un resultado negativo, aunque sería un alivio, significaría que no tenía por qué someterse a dos intervenciones tan complicadas. Pero, como ella lo explica a la BBC, no se arrepiente de la decisión porque "llevar una mutación del gen tiene implicaciones que quizás todavía no sepamos".
Tanto Michael como Amy podían tomar decisiones sobre el diagnóstico que recibieron. La razón por la que Kate prefiere no saber si es portadora del gen que causa el Alzheimer es que no hay cura.
"(Si la hubiera) cambiaría mi vida. Actualmente no estoy casada, ni tengo hijos, pero esas decisiones están influenciadas por la posibilidad de que puedo tener la enfermedad".
John Burn considera que si bien la práctica médica quizás no avanza al mismo ritmo que la investigación genética, hoy es una ventaja poder secuenciar con cierta rapidez el genoma y cada vez descubrir más genes que causan las enfermedades.
"El peligro es que las personas pueden terminar sometiéndose a todo tipo de exámenes", advierte. "Tenemos que tener cuidado con nuestra intención de vivir más, porque puede ocurrir que a la gente no le parezca eso, debido a la intervención genética".
Burn habla de un futuro en que en el sistema sanitario esté incluido la secuencia del genemo. Un panorama quizás mucho más cercano para los países desarrollados y algo más parecido a la ciencia ficción -o de costos prohibitibos- en las regiones en desarrollo.

Fuente: bbc ciencia

martes, 25 de febrero de 2014

Mujeres mayores de 70 "tienen el mejor sexo de su vida"



Pareja madura

Las mayores de 70 años son más aventuradas y confiadas en su sexualidad, dice Krasnow.
Según la creencia popular, el deseo y la actividad sexual menguan con la edad, especialmente en las mujeres. Pero una académica de la Universidad Americana de Washington, en Estados Unidos, encontró que las mujeres mayores de 70, 80 e inclusive hasta los 90 años disfrutan de la mejor actividad sexual de sus vidas.
Iris Krasnow, autora y profesora de Periodismo y Estudios de la Mujer, entrevistó a 150 mujeres entre los 20 y 90 años sobre sus secretos más íntimos y tuvo conversaciones sorprendentes y reveladoras que acaba de publicar en el libro "Sex After...: Women Share How Intimacy Changes as Life Changes" ("El sexo después de...: mujeres comparten cómo cambia la intimidad a medida que la vida cambia").
Krasnow abordó el tema desde varios ángulos, indagando sobre la actividad sexual en diferentes etapas de la vida, después de la universidad, después de la maternidad, después de la menopausia, después de la viudez.
Encontró que las mujeres mayores eran más aventuradas y más confiadas en su sexualidad que las jóvenes que están en la etapa del "enganche" o el cortejo.

"La era de la viejita"

Sus entrevistadas no solo eran de varias edades sino de diferentes clases sociales, razas, culturas y religiones. Pero el factor común es que el buen sexo que todas las mujeres decían tener estaba vinculado al desarrollo de la intimidad y la relación emocional.

Iris Krasnow

Iris Krasnow entrevistó a 150 mujeres de todas las edades, clases, razas y religiones.
"La gente piensa en sexo hasta el momento en que se muere", aseguró Iris Krasnow en una entrevista con BBC Mundo.
Y, según lo que le cuentan, no sólo están pensando en sexo sino practicándolo y disfrutándolo también.
"La era de la viejita de 78 años, frágil, arrugada y seca es cosa del pasado", aseguró la autora.
Añadió que las mujeres en sus 80 y 90 son el sector de mayor crecimiento dentro de la población anciana en muchos países de Occidente. Lo que se está viendo ahora no es sólo un incremento en la longevidad sino un aumento de la actividad sexual de este sector de la sociedad.
Esa mayor esperanza de vida viene acompañada de mejores medicamentos, más vigor, más ejercicio, mejor dieta y salud. Lo que se traduce en una población de la tercera edad más sexual y saludable que antes.
Igualmente arcaico, indica Krasnow, es el mito que los cambios fisiológicos como la menopausia, o cirugías de cáncer o histerectomía no permiten el desarrollo de la actividad sexual saludable.
"La era de la viejita de 78 años, frágil, arrugada y seca es cosa del pasado"
Iris Krasnow
"Una de mis entrevistadas tuvo una histerectomía a los 30 y, a partir de entonces, mejoró su vida sexual", dio como ejemplo. "También incluyo en el libro los relatos de mujeres de 90 que están iniciando relaciones".

Según la experta en Estudios de la Mujer, la supuesta inhabilidad femenina de mantenerse sexualmente activa en la edad avanzada es un mito perpetuado por hombres maduros que se quieren aferrar a su juventud y que, con la ayuda de Viagra, sólo buscan relaciones con mujeres menores de 30.

Aunque no necesariamente aboga por el uso de fármacos que pueden tener efectos secundarios considerables, la académica sostiene que hoy en día hay acceso a una serie de opciones desde los tratamientos hormonales y lubricantes hasta antidepresivos que pueden devolver el entusiasmo y la habilidad para disfrutar del sexo.

Salud y apariencia

Iris Krasnow divide a las mujeres que se reencuentran con su sexualidad después de los 65 años en dos categorías:
La primera es la mujer del "nido vacío". Es aquella que ya terminó de criar adolescentes y estudiantes universitarios y sus hijos han abandonado el hogar.

Mujer nadando
 Una vida activa y saludable es parte de una buena vida sexual.

Cuando antes estaban abrumadas por el trajín doméstico, ocupadas llevando niños de un lado para otro o preocupadas porque alguno de ellos la sorprendiera haciendo el amor con su pareja, ahora están celebrando las posibilidades que les brinda esta última etapa de la vida.

Estas mujeres y sus parejas por lo general están jubiladas, activas y conectadas con el mundo exterior por vía de dispositivos modernos y redes de comunicación. Sobre todo están relajadas.
"Una mujer me confesó que, por primera vez, tuvo sexo en la cocina y que estaba experimentando con un consolador", afirmó Krasnow.

La otra categoría es la viuda. La mujer que estuvo casada durante 55 años, cuya vida sexual pasó de ser ardiente a aburrida a, finalmente, inexistente. La que cuidó a su marido convaleciente durante diez años y lo vio morir.

"Ahora esa viuda conoce a otro viudo -jugando al golf o a los naipes- empiezan a abrazarse y acariciarse de maneras que nunca lo hicieron. Eso se convierte en el mejor sexo de sus vidas", expresó.
"100% de las mujeres en sus 70 y 80 que dijeron estar teniendo buen sexo están en excelente condición física"
Iris Krasnow

Un aspecto importante es la buena salud, lograda a través de la actividad y la buena dieta. Más que por apariencia, el buen estado físico implica un buen estado anímico.
Las personas que viven una vida sedentaria y se la pasan comiendo en exceso no solo se sienten mal sino odian como se ven, afirma Krasnow.

"Alguien con sobrepeso generalmente tiene otros problemas, come para llenar un hueco en su alma", recalcó. "Si tiene sobrepeso seguramente no tiene buena circulación y no hay irrigación hacia los genitales. El sexo se trata de irrigación".

"100% de las mujeres en sus 70 y 80 que dijeron estar teniendo buen sexo están en excelente condición física", afirmó.

El sexo, a su vez, prolonga la vida, asegura. "Fisiológicamente mantiene el corazón andando, las entrañas andando, el cuerpo andando, la vida andando".

Intimidad

Pareja anciana en un banco

El éxito se da cuando las necesidades sexuales de ambos están sincronizadas, dice Krasnow.
Pero lo más importante en el desarrollo de una buena práctica sexual es la conexión emocional. El buen sexo es bueno sólo si está vinculado a una emoción igualmente profunda.

Esa es una conclusión a la que Krasnow dice haber llegado tras entrevistar a miles de parejas a lo largo de más de tres décadas.
"La persona que diga que sólo quiere sexo sin amor, miente. Todo el mundo quiere amar y ser amado. Esa es una sensación primaria que todos buscamos, el sentirse única en el ojo del amante".
Todo parte de una química sexual, explica, y si esa química se convierte en un compromiso y un amor, la pareja tiene buenas posibilidades de tener éxito y una duradera vida juntos. Y si los dos están de acuerdo con la evolución sexual de ambos, todo irá bien.
"La persona que diga que sólo quiere sexo sin amor, miente. Todo el mundo quiere amar y ser amado. Esa es una sensación primaria que todos buscamos"
Iris Krasnow

"Si uno escoge la pareja deseada y puede adaptar su mente a un cuerpo que envejece, cualquier cosa es posible sexualmente", aseguró.

No todo tiene que ser sexo en la cocina o de alta intensidad, aclara Krasnow. Puede ser una buena sesión de besos o un masaje lento y concentrado.

"¿Qué le puede ganar a eso? El sexo es el vínculo que tenemos con nuestra juventud. Nos mantiene felices, juveniles y vivos".

Fuente:BBC.

martes, 18 de febrero de 2014

¿Realmente es bueno adular a los niños?


Niña con dibujo
Las palabras juegan un rol clave a la hora de alabar a sus hijos.

Su niño le presenta su última creación artística.

Es un dibujo con una figura de largas y delgadas piernas, sin cuerpo ni pelo. Es usted. En la esquina se puede ver algo amarillo que –según le dice- es el Sol y junto a él algunas manchas moradas de pintura.
Si usted fuera honesto, le diría que ha visto mejores. Pero el niño está ahí, esperando su reacción. ¿Qué le dice?
"¡Qué lindo! Es el mejor dibujo que he visto. Completamente fantástico". Y el niño sonríe orgulloso cuando su obra de arte es fijada al refrigerador, para que toda la familia la vea.
Pero, ¿es realmente lo mejor que podría haber dicho? Tendemos a asumir que todos disfrutamos los elogios y que eso nos hace querer hacerlo cada vez mejor. Pero si miramos la evidencia, no es tan cierto. Todo depende de las palabras.

El problema no son los elogios per sé, sino cuando estos se inflan. Palabras como "perfecto" o "increíblemente bueno" en vez de un simple "bien". Los padres son especialistas en sobredimensionar su reacción cuando sus hijos tienen un bajo nivel de confianza, esperanzados en que esto incentivará su autoestima. Pero cuidado, le puede salir el tiro por la culata.
Se sabe que si las alabanzas no suenan sinceras, no tienen efecto (1). Y hay un problema peor que el de que el niño que reconozca su hipérbole. La evidencia apunta a que esto podría hacer que los niños eviten futuros desafíos (2).

Los niños que sufren de baja autoestima y a los que les han dicho que su dibujo es "increíblemente bonito" son menos propensos a arriesgarse a tareas más desafiantes posteriormente que aquellos a los que les dijeron que era un dibujo "bonito". Una simple palabra hace la diferencia. La pregunta, obviamente, es por qué.
Los investigadores especulan que un halago inflado deja la vara muy alta para que los niños con baja autoestima quieran volver a intentarlo, pero esta hipótesis aún no ha sido probada.

Alabado sea

 Decirles que son lo mejor puede ser contraproducente.

Entonces, ¿cuál es la mejor manera de alabar a su hijo?

El autor principal del último estudio al respecto, el psicólogo Eddie Brummelman, aconseja pensar sobre el mensaje que se está dando antes de hablar, es decir, asegurarse de que no está dejando los estándares tan altos como para que su hijo tenga miedo de no volver a alcanzarlos en el futuro.
Qué cualidades elija destacar puede ser un factor. Luego de dos décadas de investigación, Carole Dweck, profesora de la Universidad de Stanford, ha encontrado grandes diferencias entre halagar a los niños por sus habilidades (como por ejemplo, cuán inteligentes son) y halagarlos por el esfuerzo que han puesto en determinada tarea (diciendo "realmente trabajaste duro").
En un experimento en el que los niños eran felicitados por trabajar duro o por ser inteligentes, los "inteligentes" se arriesgaban poco (3) y elegían posteriormente actividades que sabían cómo hacer. También se molestaban más si fallaban.
Destacar la inteligencia de un niño puede enseñarles que este es un rasgo fijo, sobre el que no tienen control. Esto también puede hacerlos cautelosos a la hora de probar cosas nuevas si existe el riesgo de no mantener los altos estándares por los que los han felicitado.
Dweck recomienda enfocarse en el proceso a través del cual el niño pasa para alcanzar alguna meta. "Realmente admiro lo concentrado que estás", por ejemplo. Y si no le resulta, la crítica necesita ser constructiva, así aprende a solucionar el problema.
Esto, por supuesto, depende bastante de la edad del niño.

Con niños en edad prescolar, cualquier tipo de elogio pareciera ser una motivación, pero un poco más mayores las sutilezas mandan.

La psicóloga Jennifer Henderlong Corpus le dio a niños de 9 a 11 años un rompecabezas y los elogió por su carácter, sus resultados, la manera en que enfrentaron la tarea o simplemente no los elogió.

Luego lo rediseñó de manera que fallaran en la siguiente tarea, antes de ver qué hacían después. Si habían sido felicitados por rasgos de su carácter al principio del estudio, los niños no eran capaces de lidiar con su error (4). De hecho, se desmotivaban. Pero si habían sido elogiados por sus resultados o por la manera en la que enfrentaban la tarea, los niños seguían intentándolo.

Intereses competitivos

Elogiar a los niños por sus esfuerzos y por la forma en que realizan una tarea sirve para motivarlos.
¿Qué tal resulta señalarles cuán bien lo hicieron respecto de otros niños? No es raro pensar que no hay nada mejor que escuchar cuando uno lo hizo mejor que todo el resto. Nuevamente los estudios sugieren que la cosa no es tan simple.

Estudios con adultos en las décadas de 1970 y 1980 (5) mostraron que este tipo de halagos mejoraban la satisfacción de la gente respecto de la tarea misma, lo que se conoce como motivación intrínseca. Sin embargo, parecería que con los niños es diferente.

Menores entre 9 y 11 años recibieron una serie de rompecabezas para armar. Luego se les dijo a algunos de ellos: "¡Qué gran trabajo! Parece que eres mejor haciendo esto que muchos otros niños", o "¡Está entre lo mejor que he visto en niños de tu edad"! Otros fueron felicitados por el progreso que habían logrado, por ejemplo: "¡Buen trabajo! Realmente aprendiste como resolverlo".

En la siguiente etapa, los niños recibieron tareas de dibujo, pero esta vez sin comentarios posteriores, por lo que no supieron cuán bien lo habían hecho antes de escoger entre la siguiente tarea, que podía ser fácil o difícil. También se les preguntó si les divertía trabajar duro.

Niñas jugando

Las niñas reaccionan negativamente al escuchar que son mejor que otras, según los estudios.
Los resultados mostraron que los elogios que implicaban una comparación social surtían un efecto peor que no recibirlos. Parecían minar su motivación, fomentándoles elegir tareas fáciles a futuro, tal vez por miedo a perder su posición de liderazgo.

Pero esto sólo era cierto mientras no sabían cuán bien lo habían hecho.
Una vez que recibieron sus puntajes, niñas y niños se comportaron diferente. Los niños se beneficiaron de la comparación, mientras las niñas no (6). Ellas parecían reaccionar mal al escuchar que lo hacían mejor que otras. Entendían de ello que lo importante era ganarle al resto más que obtener satisfacción de la tarea en sí, por lo que su motivación se veía reducida.

Hay que destacar que estos estudios fueron hechos viendo cómo los elogios afectan a los niños a corto plazo. Estudios que contemplen el largo plazo son mucho más difíciles de realizar, ya que no hay certeza de que cada adulto le dé a los niños el tipo de felicitación correcta a través de los años.
Sin embargo, la evidencia actual sugiere que elogiar a los niños por sus esfuerzos y por la forma en que realizan la tarea es particularmente efectivo a la hora de motivarlos.

Y si usted los felicita por sus resultados, pareciera ser un mito que mientras más mejor. Inflar los elogios puede incluso ser contraproducente.

1. The effects of praise on children's intrinsic motivation: a review and synthesis
clic 2. "That’s Not Just Beautiful—That’s Incredibly Beautiful!" The Adverse Impact of Inflated Praise on Children With Low Self-Esteem
clic 3. Praise for intelligence can undermine children's motivation and performance.
clic 4. The Effects of Person Versus Performance Praise on Children’s Motivation: Gender and age as moderating factors
clic 5. Affect and the overjustification effect
clic 6. The Effects of Social-Comparison Versus Mastery Praise on Children’s Intrinsic Motivation

Fuente: bbc_ciencia

lunes, 17 de febrero de 2014

Consumo de alcohol provoca obesidad abdominal

El estudio señala, además, que a la hora de ingerirlo es mejor optar por el vino que por la cerveza


El consumo continuado de alcohol provoca obesidad abdominal

La ingesta continua de alcohol está relacionada con la obesidad abdominal que, a su vez, implica mayor riesgo de mortalidad en adultos, según las conclusiones de un estudio recogido por la plataforma SINC. Los resultados del estudio, publicados en el 'European Journal of Clinical Nutrition', sugieren que el consumo de alcohol a lo largo de la vida produce adiposidad abdominal con aumento del perímetro de la cintura.
Además, en los hombres, provoca obesidad general con aumento del Índice de Masa Corporal (IMC). La investigación, realizada durante nueve años, recogió una muestra de 258.177 individuos de entre 25 y 70 años, procedentes de Francia, Italia, Grecia, Holanda, Alemania, Suecia, Noruega, Reino Unido y España. "Es el único estudio realizado hasta la fecha que analiza el consumo de alcohol en una amplia muestra de personas adultas de diferentes regiones europeas y examina el papel de la exposición durante mucho tiempo al alcohol en la obesidad abdominal y general", ha señalado una de sus autoras, María Dolores Chirlaque, investigadora de la Consejería de Sanidad de la Región de Murcia.
No obstante, el estudio señala que los mayores incrementos del perímetro de la cintura se observan en consumos altos de alcohol, por lo que no desaconseja un consumo moderado. "Queda ahora por analizar si el abandono del uso del alcohol, o un consumo bajo de este, revierte la obesidad abdominal y en cuánto tiempo", ha explicado Chirlaque, otra de las investigadores, que pertenece al Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP).

Mejor vino que cerveza

En el estudio se analizaron también los efectos que tenían la cerveza y el vino en la formación de adiposidad. Así, reveló que la ingesta de la primera bebida fomenta en mayor medida la obesidad abdominal que el consumo de la segunda.
Además, la investigación reveló que los hombres que consumen más cerveza presentan más riesgos (en un 75%) que los de vino (25%). De esta manera, los hombres que consumen más de tres vasos de cerveza incrementan (50%) sus posibilidades de tener obesidad abdominal. Por su parte, las mujeres que beben uno o dos vasos diarios a lo largo de la vida tienen un riesgo ligeramente mayor de desarrollar obesidad abdominal que las que no llegan a consumir medio vaso.
Con respecto al vino, las mujeres que toman tres o más vasos tienen más posibilidades (60%) de padecer sobrepeso abdominal que las que no llegan a beber medio vaso. Mientras que, en hombres, este riesgo se sitúa en el 28 por ciento.

Fuente: ABC